Para quien no esté familiarizado, la indexabilidad se podría resumir como “la capacidad de ser leído y almacenado, por el buscador más conocido: Google”.
Dicho buscador solo almacena aquellas urls que han recibido un enlace desde otra web. Si no lo tienes el robot de Google no lo va a buscar. Por tanto, el imperativo necesario para aparecer en Google es salir en su índice.
Algunas recomendaciones que facilitan el rastreo de nuestra web:
Un factor de la indexabilidad es la velocidad. Aquí hay que mencionar el “Crawl Budget”, es decir, presupuesto de rastreo: tiempo que Google va a dedicar en nuestra web. Google rastrea muy rápido, por lo que hay que aprovechar el tiempo. Si mejoramos nuestra velocidad de carga, estamos dando un mejor rendimiento al buscador.
Podemos medir la velocidad con https://www.google.com/search?q=pafespeed&oq=pafespeed&aqs=chrome..69i57j0l7.1914j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8
También habría que asegurarse de que no hay errores de navegación. Si el tiempo que Google rastrea nuestra página detecta anomalías, perdemos rentabilidad.
Hay varios tipos de errores: 400 (de página) o 500 (de servidor).
Una herramienta que nos puede ayudar a detectarlos es Screamin Frog https://www.screamingfrog.co.uk/seo-spider/
Para concluir, los tres grandes aspectos que influirían en la indexabilidad de la web serían que el robot de Google tenga facilidad para reconocer nuestro site. Asegurar una alta velocidad de carga en nuestra página. Y, por último, evitar errores que faciliten que el usuario no termine en destinos no deseados. Bien porque el servidor no haya sido capaz de responder como proceder. Bien, porque la página ofrezca urls con errores 404, o similares.
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